Octubre de 2010
Otra carta, vivencia y testimonio de sor Rosario. ¡La vida es tan distinta aquí o en Benín! Dios, el brujo, yo creo que todo vale en un momento de desespero, para pedir ayuda. Y si no, mirad cómo lo hace esta religiosa, con una sencillez impresionante, con una fe que mueve montañas, y con una forma de vivir al día pensando sólo en hacer pequeños servicios a la gente de su alrededor.
Nuestra pequeña contribución es tan poca cosa al lado de estas vidas... Pero es necesaria y muchos granos de arena forman una playa.
Dejo la carta tal como ella la ha enviado.
Queridos todos,
Reciban un cariñoso saludo en esta linda mañana.
He decido sentarme tranquilamente delante del ordenador para compartirles una experiencia que acabo de vivir y que me parece son de esos momentos en los cuales te preguntas ¿por qué?
Acababa de llegar al centro de salud y como de costumbre paso por todas las salas a saludar a los pacientes y luego al personal. Cuando terminé mi recorrido me encontré fuera con una mujer, "SANZARI" es su nombre, para los que estuvieron por casa este verano tal vez la recordaran, es la madre del pequeño Pascal, y desde hace alguno meses está presentando problemas mentales.
Pues Zanzari se me quedo mirando y en su lengua trató de explicarme que no se sentía bien, luego me tomo de la mano y me dijo que la acompañara a su casa, la seguí dócilmente tomada de su mano mientras todos los que estaban en el centro me miraban con cara de sorpresa; fue aun más la sorpresa de los vecinos del lugar a donde ella me quería conducir, pues el lugar era donde ellos ofrecen los sacrificios al "Fetiche" (brujo). Nos paramos las dos delante de él, que es en realidad un cumulo de tierra con calabazas, plumas de gallinas, agua y otros objetos más. Estuvimos ahí las dos en silencio por un buen rato, yo trataba de comprender por qué me había conducido hasta ahí; llamé a Jerome (un chico del pueblo) y le pedí que le preguntara qué quería decirme, pero ella continuó en silencio, entonces comprendí que ella estaba seguramente elevando una petición a su Fetiche y yo comencé a hacerlo a el mío (Dios).
En ese momento no sabía qué pedirle, pero entonces solo le dije, Dios, es una Mujer, una Madre, un ser humano, ¡escúchala! Ella se volteó, me miro y continuo su camino sin decirme más nada. Yo quedé perpleja de ese momento vivido, las dos en silencio delante del Fetiche y luego le dije a Jerome que me explicara bien lo del Fetiche, me dijo que es el monumento de WENGORO (Dios), fue un anciano que vivió en ese barrio por muchos años y al que ellos consideraban como su brujo, le tenían mucha devoción y respeto, pero después de su muerte le han creado ese altar que es el lugar de sacrificios para todos los vecinos del lugar. Ella, Zanzari, cuando tiene sus crisis va delante del Fetiche a suplicarle con gritos y a decir toda clase de incoherencias.
Tal vez esta experiencia no quiera decir nada, pero para mí ha tenido un significado muy grande, primero ver la confianza de esta mujer en mí, luego su rostro de ternura y sufrimiento a la vez. Para que sepan esta mujer está casada, tiene 4 hijos, el mas pequeño tiene 3 añitos, desde que empezó a ponerse enferma, abandonó su hogar y vive con sus hermanos que han buscado todos los medios tradicionales para curarla, pero hasta ahora ha sido imposible.
En fin, queridos todos, que aquí no tienes tiempo de aburrirte, que cada momento, cada situación, cada día, puede significar para ti un momento extraordinario que te ofrece Dios, la vida, el ser humano... Vivámosla en plenitud y con alegría!
Les quiero y recuerdo mucho a todos,
Rosario
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